El objetivo de la jornada, encabezada por la Red Nacional Alto al Tráfico y la Trata (RATT), se centró en planificar mecanismos de articulación entre el Estado y sociedad civil para profundizar los conocimientos sobre explotación sexual y laboral en la provincia de Buenos Aires, uno de los principales destinos de las víctimas. “El millonario negocio de la trata de personas cada vez se le acerca más a la rentabilidad de la comercialización de drogas y armas en la Argentina. Existe porque hay clientes y, en el marco de la globalización, donde los mercados de la explotación sexual se ha abierto, convirtió a las víctimas en los esclavos del siglo XXI”, manifestó la diputada Monzón. Al respecto, el coordinador nacional de RATT, Fernando Mao, argumentó que el delito se produce como parte de ”una violencia sistematizada porque, a través de una gran organización, secuestran personas, las engañan y las llevan a lugares donde se explota la sexualidad y el trabajo de las víctimas, privándolos de su libertad”. Además, Mao explicó que “el principal semillero de víctimas está en el noreste y noroeste del país y son trasladadas, en su mayoría, a la provincia de Buenos Aires”. Por este motivo, exhortó a “apoyar a los grupos débiles, que son los que están bajo la línea de indigencia en el norte argentino, a través de acciones estatales activas para que no seas engañados”. Por su parte, Monzón pidió una mayor difusión de los medios de comunicación al respecto y la creación de centros de rehabilitación a las víctimas. “Las personas que fueron sometidas a la explotación llevan la esclavitud en su inconciente para toda su vida”, expresó la legisladora de Unión Pro.
