Dicen que el periodismo es el cuarto poder. No es una afirmación formal ni está reglamentado en ningún escrito, pero la práctica del periodismo es tan trascendental en la vida de una República que sin ella, le faltaría la cuarta pata de la mesa a la democracia: Poder Judicial, Poder Ejecutivo, Poder Legislativo. Y el periodismo. Los medios de comunicación, y por ende sus trabajadores, desde que volvió la democracia han podido llevar a cabo lo que antes, por obvias razones, no podían: crear nuevos medios realizar entrevistas sin miedo a las consecuencias, recuperación de la libertad de expresión, etc. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, podemos observar dos fenómenos que tienen mucho que ver con los gobernantes de turno, esto es la distribución discrecional de la publicidad oficial, y por otro, los ataques masivos y públicos a periodistas que no son afines al gobierno actual. En cuanto al primer punto, según datos de la Jefatura de Gabinete de la Nación, la publicidad oficial se duplicó en un año: pasó de los 395 millones de pesos que usó en 2008 a 829 millones. Aquí observamos un desbarajuste pues en el primer semestre (en coincidencia con las elecciones legislativas del 28 de junio) se destinaron $ 622,4 millones a la propaganda estatal. En cambio, en el segundo semestre el gasto se redujo a 206,6 millones. La discrecionalidad en su máximo esplendor. Por un lado aniquila a los pequeños medios que viven gracias a la pauta y por otro es una clara ventaja sobre los demás partidos políticos de cara a las elecciones. Siguiendo con el punto de las agresiones a periodistas quiero ser muy claro el gobierno no se asemeja a una dictadura. Ésta es una palabra muy fuerte para los argentinos y es reprochable su uso indebido. Lo que sí hay, es una persecución de diferentes organismos del Estado o alineados con éste que buscan juzgar la labor de profesionales direccionados por el gobierno actual. Esto no hace más que crispar al país, en clara contraposición a los análisis efectuados luego de la última elección: se necesita más diálogo, no una confrontación constante. Desde el PRO, fuerza liderada por Mauricio Macri, hemos realizado proyectos (tanto en el Concejo Deliberante como en la Provincia de Buenos Aires) para la creación de sendas Comisiones para la Libertad de Expresión. Así demostramos estar comprometidos en la materia, colaborando con una mejor calidad democrática y trabajando los mismos temas tanto en el municipio, con Julio Irurueta, como en la Provincia. La Comisión de Libertad de Expresión se encargará de: “La investigación del contenido de las denuncias efectuadas por diversas entidades periodísticas y trabajadores de prensa, las denuncias ante los organismos internacionales que motivaran informes negativos acerca de la libertad de prensa/ expresión, y/o que impliquen situaciones de persecución o cualquier forma de presión hacia la labor de los medios de comunicación, los criterios de distribución de las pautas oficiales, como así también la afectación a cualquier forma de derecho humano a la información y los obstáculos a toda tarea tendiente a la democratización de los medios de comunicación”. También tendrá injerencia en la pauta oficial. Estamos seguros de que esta nueva Comisión asegurará mayor transparencia y seguridad a este tema tan importante. Creo particularmente que la cuarta pata de la mesa de la democracia estará mas firme que nunca.