Fue aprobado un proyecto del Diputado Ricardo Gorostiza

Desde el punto de vista tecnológico, el sistema prepago de electricidad consiste en un medidor que se instala en la unidad funcional donde la energía será consumida, como por ejemplo una vivienda o un comercio. En general estos medidores son de tipo “bi cuerpo” y están formados por una unidad de interfase del usuario y una unidad de medición de energía. La unidad de interfase es un dispositivo que se instala dentro de la vivienda y que permite al usuario interactuar con el medidor. Otra instancia del dispositivo son “los puntos de venta, que serán instalados en las oficinas comerciales de las empresas proveedoras del servicio” señaló Gorostiza. “La tarjeta de energía, se empleará de manera personal, para que el consumidor, pueda cargar el crédito cada vez que lo necesite. La unidad de medición habilita la disposición del consumo por la de cantidad de energía adquirida y también muestra en tiempo real, los saldos remanentes disponibles para el consumo” conceptualizó el diputado. “Este proyecto, fue llevado a cabo en Sudáfrica, es superador, ya que va a facilitar las posibilidades de pago, de ésta manera reducirá los costos de morosidad y la mejor asignación de recursos para los sectores más vulnerables y humildes, dejarían de estar sujeto a un pago periódico para distribuir el costo de consumo como mejor le parezca y esto último dignifica a los hogares más humildes” remarcó Gorostiza.- Por último el legislador especificó que “no desconozco las criticas a este sistema, basadas fundamentalmente en el mayor costo de la tecnología y en la posibilidad de autodesconexión de los usuarios, sin embargo la experiencia, ampliamente difundida en las cooperativas de nuestro interior bonaerense ha redundado en un cambio positivo en el bienestar de la población mostrando un alto nivel de satisfacción generalizado entre los usuarios del sistema prepago, destacándose la importancia de las variables relacionadas con el costo del servicio, tanto directamente a través de menores tarifas, como indirectamente, por el mayor control del consumo que permite la tecnología