"Dado que el organismo es tan descentralizado, implementamos políticas de acercamiento que nos permitieron lograr mayor empatía", destacó Romina Rodríguez, la nueva directora del organismo.
La directora del Registro Provincial de las Personas de la provincia de Buenos Aires, doctora Romina Rodríguez, subrayó el estado de "anarquía" del organismo al momento de asumir en su cargo y destacó los cambios de gestión para lograr un "acercamiento" entre los trabajadores y sus superiores.
"Los agentes del RPP la pasaron muy mal. Yo nunca me imaginé encontrarme con gente que se pusiera a llorar por el estado en que ejercía su actividad. Algunos se sorprenden porque paso y saludo", expresó Rodríguez, al asegurar que los propios empleados "demandan la modernización porque estuvieron trabajando por años en condiciones inimaginable: transcribiendo, por ejemplo, partidas a mano".
En diálogo con el portal Secciones Bonaerenses, la titular del RRP bonaerense explicó que "dado que el organismo es tan descentralizado, implementamos políticas de acercamiento que nos permitieron lograr mayor empatía", creando por ejemplo "una casilla de correo personal para que cualquier situación, reclamo o sugerencia que quisieran enviarme no dependiera exclusivamente de un superior".
Además, según señaló Rodríguez, el organismo incorporó "un modelo de presentación de proyectos" para otorgar la oportunidad a todos los agentes de participar de la gestión. Al mismo tiempo, se implementaron "desayunos con personal de distintos departamentos, a fin de escucharlos, sin jefes, de manera que se puedan expresar libremente; y creamos lactarios para las madres que trabajan en la casa central".
Al referise al estado de las dependencias y delegaciones al momento de asumir, la funcionaria afirmó que "si bien esperábamos encontrarnos con un escenario bastante triste, superó ampliamente las expectativas lamentables que teníamos. Los primeros días recorrí la central de La Plata y encontré en el Área de Depósito, donde guardamos los insumos de las 482 delegaciones de la Provincia, sólo una resma de papel".
"Los aires acondicionados no funcionaban en pleno verano, por lo que implementamos protocolos de emergencia para garantizar el servicio y que el personal pueda trabajar dignamente. Y ni hablar de las condiciones de seguridad edilicia: teníamos un archivo sin matafuegos", ejemplificó.
Rodríguez afirmó que la situación se replicaba en el resto de las dependencias bonaerenses. "En enero iniciamos un relevamiento porque no existía ninguna base de datos sobre el estado de las delegaciones. El ministro (de Gobierno, Federico) Salvai puso a disposición un equipo porque una de las prioridades de la gestión es el RPP, dado el servicio esencial que brinda a la población".
"Los agentes nos comentaban la situación de abandono tanto a nivel infraestructura como en el funcionamiento de la organización. Ningún empleado sabía decirme cuántos trámites hacía el RPP, entonces, desarrollamos un Manual de Trámites colocando el fundamento legal de cada uno de ellos y los requisitos para poder homogeneizar los criterios. Nos encontramos con una anarquía total en cuanto a organización, que se proyectaba en el servicio a la gente", concluyó.