"Estamos yendo por caminos separados", admitió el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y bueno es verdad, nunca se conformaron los bloques legislativos y los coqueteos de unos y otros terminaron por romper todo. En la legislatura bonaerense ya desde diciembre se vio la fractura, los felipistas por un lado y la dupla Macri De Narváez por el otro, cuando en febrero se comenzó a discutir el reparto de comisiones la situación se puso mucho más compleja, ya que los muchachos de Macri no se quedaron con ninguna presidencia de comisión, si a eso le agregamos que los diputados que responden a Mauricio “deben” aportar a la fundación de Francisco todos los meses puntualmente del 1 al 5, se puede afirmar que al bloque le queda poca vida. En su visita de ayer a La Plata el propio De Narváez afirmó, “voy a seguir recorriendo el país” a lo que Mauricio respondió "tiene un impedimento legal" y un "compromiso con la gente de la Provincia". En el medio de tanto “beso y cariño”, Felipe camina lento pero seguro, habla con todos y no descarta nada, incluso no ve con malos ojos ser nuevamente gobernador de la provincia y si se acomodan los astros puede ser el presidenciable de un amplio sector del peronismo que le desconfía al tatuado Diputado Nacional, Duhalde incluido. Así se plantea lo que fue Unión Pro y tanto festejo del 28 de junio, mientras tanto como dice la canción “cada cual atiende su juego”.