El Concejo Deliberante de La Plata declaró, por unanimidad, Ciudadana Ilustre post mortem “en virtud de su valioso aporte en el campo del periodismo” a la reconocida periodista, Marisa Álvarez. La iniciativa, presentada por el concejal del Frente Renovador, José Arteaga, fue acompañada por el Círculo de Periodistas, colegas y amigos de Marisa y fueron ellos quienes también participaron del Decreto realizando los fundamentos del mismo. “Hacemos propios los testimonios de quienes fueron sus amigos, colegas y compañeros”, comenzó explicando Arteaga y continuó “son ellos quienes nos contaron y nos cuentan que Marisa Álvarez fue y es un ejemplo de compromiso con el periodismo. Son ellos quienes nos expresaron que fue la periodista más importante de nuestra ciudad y que su trabajo y dedicación fue su sello distintivo”. “Desarrolló toda su carrera en el diario El Día, fue Prosecretaria general de redacción y su talento, capacidad de trabajo y docencia con varias generaciones de periodistas le permitió convertirse en una periodista “de raza” por su compromiso, su honestidad y su rigor informativo”, señaló Arteaga. Y agregó “La Negra dejó un vacio enorme en el periodismo de la ciudad y la provincia”. “Hija de un matrimonio de humildes inmigrantes asturianos, llegó a la capital provincial en los difíciles años setenta para estudiar Letras y luego Periodismo en la Universidad Nacional. Se quedó para siempre. Y por su propios méritos forjó una carrera periodística que le valió el respeto y el reconocimiento de sus colegas y de quienes, de un lado o de otro, la trataron en su rol profesional. Parte de ese reconocimiento se plasmó en su elección como presidenta del Círculo de Periodistas de la Provincia, cargo que ejerció hasta el año en que falleció”. “Nació el 25 de julio de 1953 en Trevelin, localidad patagónica a la que habían llegados sus padres, José y Leonides, huyendo de los horrores de la Guerra Civil española. Conoció el mundo como periodista. Cubrió decenas de giras presidenciales, foros económicos internacionales y cumbres de líderes mundiales y aquellas experiencias enriquecieron su mirada y su lúcida perspectiva sobre la realidad”, narró Arteaga y añadió “fue “la periodista de la Provincia”. Se especializó en la política y la economía bonaerense. Observadora aguda y ecuánime, Marisa sabía leer la realidad con singular inteligencia pero, a la vez, con una especial sensibilidad. Tenía convicciones firmes, pero razonaba sin rigideces ni prejuicios”. Falleció a los 61 años y sus colegas, que la admiraron, al igual que seguramente infinidad de lectores, aseguran que además de un profesional notable, fue un excelente mujer, integra y con una ética intachable. “Marisa creyó en su capacidad y esfuerzo. Creyó en su profesión, el periodismo, creyó en el periodismo, en el trabajo para consolidar la democracia. Creyó en esta ciudad Capital, trabajó en su defensa, su cuidado, su patrimonio junto con instituciones y vecinos, por todo esto es un orgullo designarla ciudadana ilustre”, culminó Arteaga.