Néstor Kirchner debió someterse a una operación de urgencia tras sufrir una patología en la arteria carótida derecha, cuyos síntomas comenzó a sentir por la mañana, cuando amaneció con las piernas adormecidas. En un comunicado, el médico Marcelo Ballesteros, subdirector de la Unidad Médica Presidencial, diagnosticó que el ex presidente sufría un "cuadro clínico causado por una afección en su arteria carótida derecha que requiere tratamiento quirúrgico". A las 17 Kirchner fue internado en el Sanatorio de los Arcos, donde a las 19.30 fue sometido a una intervención quirúrgica que se extendió por más de una hora. Desde antes de que sea operado la presidenta permaneció en el sanatorio, hasta donde luego se acercaron los dos hijos del matrimonio, y gran parte del gabinete nacional. Finalizada la intervención, el canciller Jorge Taiana dijo que la intervención “fue exitosa”. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, fue también optimista y dijo que “ha salido todo bien”. La ministra de Defensa fue irónica: “Están pasando las hojas del almanaque”, bromeó. La enfermedad de las arterias carótidas, afecta a los vasos sanguíneos que conducen a la cabeza y el cerebro. Al igual que el corazón, las células del cerebro necesitan un constante suministro de sangre rica en oxígeno. Esta sangre llega al cerebro por medio de dos grandes arterias carótidas ubicadas en la parte delantera del cuello y dos arterias vertebrales más pequeñas ubicadas en la parte trasera del cuello. Ciertos trastornos de salud pueden producir estrechamientos y asperezas en el interior de las arterias carótidas y con el tiempo, estos daños aumentan el riesgo de tener un ataque cerebral o accidente cerebrovascular. Previo a la operación, la presidenta Cristina Fernández ingresó al centro médico y también el sacerdote Juan Torrella, que fue enviado por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio. Sin embargo, el presbítero Torrella no pudo impartirle la unción de los enfermos, tal era su objetivo. Kirchner pasó por el quirófano durante su presidencia cuando padeció una gastroduodenitis hemorrágica provocada por un calmante para el dolor que le provocó un tratamiento odontológico. El ex presidente estuvo poco más de dos semanas internado en 2004 en un hospital de Río Gallegos, en Santa Cruz. La operación estuvo supervisada por su médico personal, Luis Buonomo, quien se acercó al Sanatorio de los Arcos frente al nuevo episodio sanitario. La afección de la arteria carótida también la sufrió el ex presidente Carlos Menem cuando estaba al frente del gobierno. En octubre de 1993, Menem sufrió un cosquilleo en uno de sus brazos mientras jugaba el golf en la quinta de Olivos y luego un desvanecimiento. Aquella intervención se extendió durante dos horas al presentar una obstrucción en la arteria carótida interna derecha, que irriga sangre desde el corazón al cerebro.