Según algunas encuestas realizadas a grupos empresarios, existe una tendencia a pensar que el año que recién comienza va a ser más auspicioso en materia económica que los anteriores. Sin tener la precisión exacta si tal aseveración forma parte de un profundo estudio de la economía regional y mundial, o si es simplemente una mera expresión de deseos, no estaría de mas advertir a estos influyentes hombres de la economía que existen algunos temas que deberán tener solución desde la política, para que las perspectivas añoradas no queden solamente en eso. Siempre la política conduce a la economía, y no al revés. Es la política la que la tranquiliza o la intranquiliza, la hace prospera o la encierra en una pantano. La política siempre tiene muchísimo que ver con la marcha de la economía, mas de la que estos crédulos empresarios puedan pensar. Es por eso que según mi modesto entender se deberán dar pasos muy firmes en todo este tiempo para lograr la revitalización de los partidos políticos. Si no hay partidos políticos fuertes, con ideas claras para defender, es azaroso el futuro del país. La ley que propicia la reforma de los partidos políticos, más allá de las suspicacias que uno pueda tener, puede ser un instrumento valioso si permite que los partidos se agrupen alrededor de ideas y no de nombres propios, como pareciera que algunos sectores pretenden. Democratizarlos y hacerlos funcionales al sistema republicano es la gran materia pendiente de estos tiempos, para que sean los mismos los que se conviertan en la caja de resonancia del debate de propuestas y de proyectos, que posteriormente deberá tener la nación a través de sus representantes y dirigentes en los espacios de poder que les confiera la ciudadanía con su voto. Pero como señalamos previo debate y confrontación de ideas interno dentro de los partidos, esto clarificara mucho mas a una ciudadanía confundida y con un gran escepticismo, para saber de que lado están unos y de que lado se encuentran los otros, para no llevarnos la gran sorpresa una vez que llegaron al poder, que hacen todo al revés de lo que uno pensaba, como a sucedido en mas de una oportunidad en los últimos tiempos. El país nuevamente se encuentra en una encrucijada histórica que necesariamente deberá sortear con éxito. Si vuelve a creer en los “salvadores”, si vuelve como en “el mito del eterno retorno” a confiar en viejos y gastados caudillos, en supuestos personajes carismáticos, o en los que ya estuvieron y demostraron sus enormes flaquezas, en vez de incursionar previamente en el debate de ideas y proyectos para desde allí arrancar, será muy difícil creer un poco cándidamente que la economía venidera va a ser mejor, sacando que se continué pensando que “Dios también es argentino”.