"Pese a que la ley lo prohíbe explícitamente, en muchos boliches y paradores de la costa atlántica se permite se permite el ingreso de personas después de las 2 de la madrugada, y en varios locales continúa el expendio de alcohol pasadas las 4.30, que es el límite horario determinado por la normativa vigente. Del mismo modo, si bien la ley prohíbe la venta de energizantes dentro de los locales bailables, esto no se cumple" señala el comunicado. Unión Pro, por su parte, advirtió que la llamada “Ley de nocturnidad” iba a resultar una simple expresión de deseo o una declaración vacía si no se realizaban controles al momento de la distribución y del expendio de las bebidas alcohólicas y energizantes. En toda la costa bonaerense pueden verse a diario los camiones de reparto descargando exhibidores, heladeras, cartelería y energizantes a los locales bailables a plena luz del día y en la cara de los inspectores de los partidos costeros que no han hecho nada por remediar dicha situación. A luz de los hechos, el problema no se soluciona, evidentemente, apostando más policías o controles de alcoholemia, puesto que el verdadero control debe plasmarse al momento de la distribución de las bebidas y en las bocas de expendio de las mismas, si falla eso lo demás es tardío. Al respecto, el diputado Ramiro Gutiérrez, titular de Unión Pro en la Cámara baja bonaerense, sostuvo que “cada día que pasa sin que el Estado inspeccione y fiscalice el estricto cumplimiento de la Ley es un día perdido en la lucha contra las adicciones, cada día que pasa sin que se realicen controles es un día más de negocios y dinero para los inescrupulosos que actúan al margen de la ley obteniendo beneficios espurios a expensas de la salud de nuestros jóvenes”. Por su parte, Mónica López, Vicepresidente de la bancada, advirtió que “la aplicación de la ley resulta incompleta debido a que no se realizan los controles pertinentes en las discotecas y boliches bailables de la costa atlántica“ y también señaló, “no se realizan las inspecciones correspondientes en los principales puntos turísticos de la costa, lo que resulta inevitable que los boliches vendan alcohol pasado el horario permitido, en especial en las zonas concurrencia masivamente joven como Villa Gesell y Pinamar“. En este sentido, Gutiérrez agregó “Hemos recogido la preocupación de los padres que pensaban disfrutar un verano seguro y se encuentran frente a la venta indiscriminada de alcohol y energizantes a los menores”.