La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP recuerda el 102° aniversario de la Reforma Universitaria

Los reformistas del ‘18 reclamaban, entre otras cuestiones, la modificación del régimen electoral, el cogobierno universitario y la libertad de cátedras. La demanda apuntaba entonces a adaptar a la universidad a su tiempo, a la nueva conformación social, a las nuevas perspectivas políticas y paradigmas epistemológicos.

En el marco de este proceso, el 15 de junio de 1918, el movimiento estudiantil evitó la elección del candidato a rector al convocar a Asamblea y llamar a huelga.

Fue aquella la piedra fundamental de una reforma que obraría una nueva conciencia en los grupos estudiantiles que empezaron a pensarse en tanto actores políticos. Así, se moldeó un nuevo y perdurable sujeto político colectivo: la juventud en tanto agente privilegiado del cambio social.

El movimiento estudiantil se organizó, su impulso se extendió más allá de las fronteras nacionales y perdura hasta hoy.

También, subsisten los principios reformistas, que reconfiguraron las características de las universidades nacionales: entre otros, la autonomía universitaria, la gratuidad de la enseñanza, el ingreso irrestricto, la democracia universitaria, el cogobierno universitario, el espíritu crítico, la libertad de cátedra, el acceso a los cargos docentes a través de concursos públicos de oposición y antecedentes, el bienestar social de los estudiantes, la extensión y la investigación universitaria.