Susana Giménez es una persona que por lo general hace lo que quiere y dice lo que piensa sin filtro, y ciertamente es lo que a muchas personas les gustaría hacer.
Susana es una bella mujer con sus 76 años muy bien llevados, y nadie puede dudar de que gano su dinero honestamente, que tiene algunas manchas por supuesto, todos las tienen, alguna veces hace muchos años quedo en medio de un escándalo por comprar autos de discapacitados para no pagar impuestos, o más cerca en el tiempo sus vínculos empresarios amorosos con el Corcho Rodríguez tuvieron ribetes memorables.
Sin embargo en estos días la popular conductora no puede hacer todo lo que quiere, situación que la molesta, la incómoda y en algunas de sus declaraciones se puede decir que esta incordiosa.
Harta ya de la cuarentena y de estar encerrada en su casa, Susana decidió viajar a su casa en Punta del Este, pensando que en las costas uruguayas iba a poder estar mejor que en Argentina donde se siente presa debido al aislamiento social.
Pero en la última semana comenzaron los problemas, en principio fue la polémica por si estaba o no autorizada a viajar, a decir verdad la diva cumplió con los protocolos que indica la legislación, sin embargo hay cuestiones legales que no cumple, tal cual lo publicara en las últimas horas el portal www.mundogremial.com por una demanda presentada por el Sindicato de Choferes Particulares.
Parece ser que la Giménez tiene chofer pero no hace los aportes sindicales que indica la ley y ahora le están reclamando más de tres millones de pesos, según se puede ver en una carta documento enviada por el gremio el 28 de mayo pasado.
Por si fuera poco ayer Susana se cayó y se lesiono gravemente el codo, situación que la obligo a ir de urgencia en el Sanatorio Cantegril de Maldonado donde fue operada y ya dada de alta.
No es fácil ser Susana Giménez y no poder hacer todo lo que uno quiere, no tener el presidente que quiere, no poder hacer que las leyes sean como ella quiere… no es fácil, es verdad… tal vez los últimos días le hagan pensar que es terrenal en medio de una crisis sanitaria a nivel global que condiciona a todos, incluso a Susana Giménez
