El pasado 21 de Mayo se firmó un convenio específico entre el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires y la Fundación Universitaria del Río de La Plata (FURP) el mismo lleva la firma de su presidente Alberto Maques y se indica que el trámite fue iniciado por el Consejero Francisco Quintana, que además ocupa la Vicepresidencia del organismo. Como vulgarmente se dice atendiendo de los dos lados del mostrador.
En la cláusula cuarta del anexo de la resolución 464/2020, se especifica que los costos de ejecución de este convenio específico serán afrontados por el organismo oficial, teniendo que desembolsar 490.000 pesos mensuales, durante dos años, tiempo que dura el acuerdo según se indica en la cláusula sexta del mismo anexo. Hasta acá todo parece normal.
El abogado Jorge Rizzo, ex presidente del Colegio Público de Abogados de Capital Federal, denuncio el convenio a través de sus redes sociales, indignado por el monto del acuerdo y porque se firmó en plena cuarentena, sin embargo hay un dato que Rizzo no menciono.
Francisco Quintana, que fue legislador porteño y presidente de la Asamblea de Socios de Boca Jrs de la mano de Daniel Angelici, además de vicepresidente del Consejo de la Magistratura, también es Consejero Directivo de la FURP muy cerca del conflicto de intereses.
Lo de Quintana es por lo menos desprolijo, ya que fue él quien inicio el trámite de referencia como vicepresidente del Consejo de la Magistratura, mientras es ejerce funciones en la Fundación que conducen Martín Dedeu y Lourdes Puente Olivera, docente de la desprestigiada Universidad Católica Argentina, también cuestionada por el fracaso en sus mediciones de pobreza, antiguamente relacionada también a la inteligencia de la Armada que por su falta de capacidad fue responsable de casi la pérdida y embargo de nuestra nave insignia, la Fragata Libertad.
Dentro de lo bochornoso del caso, es que en el artículo 3 de la resolución se pone en conocimiento del convenio a la Autoridad de Aplicación según lo indica la Ley de Ética Pública.
La denuncia está planteada y no por un abogado más, Jorge Rizzo es un peso pesado en el mundo del derecho y nada indica que deje esta pelea, los próximos días darán que hablar, mientras tanto en la Fundación Universitaria del Río de La Plata deberían preguntarse qué necesidad había de ser tan desprolijos para firmar un convenio de estas características, o será que se esconde algo que va más allá de este convenio.