Escándalo en Dolores ante un caso de corona virus

Todo comenzó cuando un joven residente de la localidad bonaerense de Dolores llego de un crucero. Esta persona presentaba algunos síntomas leves, según informaron médicos que lo atendieron, mientras tanto, Ángel Cerillano, de él se trata, fue atendido en el Hospital de Ezeiza y en el UPA de Longchamps.

El día domingo 22 de marzo el Intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, empezó a virilizar audios a los vecinos dolorenses para que lo ayuden a prohibir el ingreso de este vecino sospechoso de Covid -19.

El paciente en cuestión, Angel Cerillano, en el transcurso de los días fue confirmado como positivo, por no poder entrar a Dolores por orden de Etchevarren, este vecino de Dolores fue derivado al UPA de Lezama, hasta que hoy se confirmó que dio positivo de Covid 19 y fue trasladado al Hospital San Juan de Dios de la ciudad de La Plata.

Pero las acciones del Intendente Lilito no cesaron ahí, según informaron a Prensa Bonaerense en estricto off the record médicos del UPA de Lezama, el jefe comunal, a través de la Secretaria de Salud Dra. Sandra Metz, del Dr. Facundo Bellocq y de personal administrativo de la intendencia llamaron a ciudadanos de Dolores, que trabajan en el UPA de Lezama, para amenazarlos, argumentando que si estos trabajadores de la salud iban al establecimiento no podrían regresar a Dolores.

Por su parte los familiares de Cerillano publicaron una carta en redes sociales donde denuncian al Intendente y aclaran “La pretensión de la familia siempre fue que quedara internado en la ciudad de Buenos Aires en un centro de alta complejidad, capacitado para atender pacientes con COVID- 19, en una institución médica que realmente garantizara su recuperación física”.

Sin embargo, en la misma carta, aclaran que fueron “Los profesionales médicos de la Provincia, en constantes llamados, nos hicieron saber que las decisiones sobre los traslados y derivaciones eran tomadas por las instituciones médicas siguiendo los protocolos provinciales y nacionales”.

Por si fuera poco la familia de Angel Cerillano afirma que atrás de la negativa del Intendente de Dolores hay un motivo político, “Pronto comprendimos que se trataba de una chicana política. Nuestro hermano había militado en la campaña electoral anterior para la oposición. Cuando creíamos que la grieta se había acortado, entendimos que la situación de salud de Ángel se había convertido en la oportunidad para llevar agua para el propio molino”.

El accionar de los funcionarios de Dolores no solamente viola los protocolos impuestos por la Nación y por la provincia de Buenos Aires, de cómo tratar los casos de corona virus, si no que constituye una falta de ética profesional y pone en riesgo el sistema de salud incumpliendo las directivas del ministerio de salud tanto provincial como nacional, para afrontar  esta pandemia.

La situación es muy grave y de ninguna manera se puede justificar el accionar del polémico Intendente Camilo Etchevarren, que más allá de decir que quiere cuidar a los dolorenses, está incumpliendo con los protocolos de crisis y mostrando un absoluto desprecio por el otro.