Una anécdota que, tras 33 años, vincula a las familias Cafiero y Urlezaga

La anécdota cuenta que una tarde de hace 33 años, una abuela y su nieto de 9 años consiguieron una audiencia con Ana Goitía, la esposa del por entonces Gobernador bonaerense, Antonio Cafiero. Goitía se encontró en su despacho con un niño oriundo de La Plata que le explicó que necesitaba ayuda para cumplir su sueño, que era estudiar danza en el Teatro Colón.

El pequeño Iñaki (Urlezaga) no era plenamente consciente de la situación, pero esa señora menudita, bajita y de pelo corto le aseguró con ternura que iban a encontrar la forma de ayudarlo. “No te hagas problema porque a vos el Colón te espera”, le dijo Goitía a Iñaki. Hoy en día, tres décadas después de aquella anécdota y con una notable carrera internacional a sus espaldas, Urlezaga lo recuerda a la perfección. Dice que lo que más le quedó grabado fue la sensibilidad y la ternura de esa mujer.

Asimismo, Urlezaga rememoró que “un año antes, cuando paseaban por la ciudad de Buenos Aires, los padres de Iñaki le señalaron el Teatro Colón. Al ver el edificio, el aspirante a bailarín sintió una conmoción que, según cuentan, no volvería a experimentar nunca en su vida. Su destino, a pesar de sus años de estudio en La Plata, estaba en Av. 9 de Julio y Cerrito.

Insistió tanto que sus padres se movilizaron para conseguirle la oportunidad de rendir los exámenes de ingreso al Instituto Superior de Arte del teatro, donde se forman los mejores bailarines del país. Gracias a su talento y pasión pudo aprobar todas las pruebas y ganarse su lugar.

Cada año se presentaba en la misma oficina para mostrar los avances en su formación y para pedir una nueva cuponera de pasajes. Algunos años después, cuando cambió el gobierno y a la edad de 12 años, Iñaki perdió la “beca improvisada”, aunque ya no había dudas sobre su vocación. “La vida empujó para adelante y seguí. Pero recuerdo que sentí la desprotección el día que no estuvieron más. A veces el Estado puede ayudarte mucho”, recordó ahora Iñaki, en una nota que le concedió al medio Infobae.

Seguidamente, Iñaki recordó que continuó con su formación y fue entonces cuando recibió una beca para perfeccionarse en el American Ballet y al regresar se incorporó como primer bailarín al ballet del Teatro Argentino de La Plata, bajo la dirección de Esmeralda Agoglia.

En 1993 ingresó al Ballet Estable del Teatro Colón, allí también fue primera figura. Dos años más tarde, pasaría al Royal Ballet de Londres por invitación de Sir Anthony Dowell, en donde bailó hasta el 2005 en todas sus temporadas del Covent Garden. Tras una larga carrera como bailarín, impulsaría la formación del Ballet Clásico Nacional.

A 33 años, Iñaki decidió reunirse para contarle la historia al nieto de la señora que lo ayudó cuando era pequeño, Santiago Cafiero, actual mano derecha de Alberto Fernández y nieto de Ana (Goitía), se emocionó al escuchar la anécdota.

“Se me puso la piel de gallina. Ese reconocimiento es espectacular. Esa semilla que sembró mi abuela. Lamentablemente murió antes de que Iñaki la rompa. Pero me parece que lo hubiera disfrutado mucho”, le dijo a Infobae, el propio Cafiero.

Además, el nieto del matrimonio de Antonio y Ana, recordó: “Mi abuela en la gobernación recibía a mucha gente. Hizo mucha tarea social, también en las cárceles. Hizo la primera comisaría de la mujer. El primer Consejo de la Mujer y la Familia. Hizo mucha tarea social y de género durante la gobernación de mi abuelo”.

Los dos nietos se juntaron este viernes por gestiones de Juan Manuel, un amigo en común. “Cuando desde la política se sabe sembrar se pueden cambiar realidades para siempre. Anita me dio hace 33 años la mejor ayuda que podía recibir un niño, la posibilidad de estudiar y aprender en la danza que era mi sueño. Qué lindo y justo es poderlo compartir hoy con vos Santiago!”, publicó el bailarín en las redes sociales.

Es válido destacar que, Urlezaga, nunca antes había contado la historia, pero como su abuela murió el 2 de agosto de este año decidió hacerlo para recordarla. “Me entristece mucho que ya no esté para escuchar la anécdota porque fue una de las personas que más me ayudó en mi carrera”, lamentó.

En tanto, el bailarín reivindicó el rol de la política y la contención social: “Mi historia a lo mejor hubiera sido otra si no hubiera tenido esta ayuda del Estado. Para algunas personas es vital y necesario”, subrayó Urlezaga, quien se mostró. “muy agradecido” de que haya habido una persona sensible “que me dio la posibilidad”.

Iñaki partirá el lunes rumbo a Rusia, donde se encargará, como coreógrafo, de adaptar al ballet una novela del poeta ruso Pushkin -La Dama de Picas- para una celebración que se llevará adelante en San Petersburgo.