Trabajadores en defensa del Comedor del Astillero Río Santiago

Al grito de “Todos somos astillero”, el dirigente y presidente del Foro Naval Argentino Hipólito Bouchard, Martin Ayerbe, cargó contra el presidente de la constructora naval de Ensenada, Daniel Capdevilla, por la denuncia penal que realizó “contra la misma empresa que debe conducir, confirmando que la voluntad expresa del Presidente Macri es dinamitarlo (al astillero), por orden y cuenta de la embajada norteamericana, su mandante política.

Así las cosas, Ayerbe se refirió a nombres como el periodista, Jorge Lanata; el presidente, Daniel Capdevila; el abogado Calvente; la Gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el fiscal Condomí Alcorta y el Ministro Ritondo, entre otros, quienes “ofician de dinamiteros al servicio de la voluntad presidencial importada”.

“Por eso, burócratas que no reaccionan y corruptos que se ocultan, resultan funcionales al desastre en pleno desarrollo, y frenan el ENSENADAZO que tanta falta nos hace”, sostuvo Ayerbe, quien dejó en claro que la denuncia penal ataca a ATE, nuestra primera herramienta gremial de defensa, a la producción de buques, nuestra razón de ser, a las reparaciones navales, tarea menor pero no despreciable del dique seco, al comedor en fábrica, humana e industrialmente necesario, al salario de los trabajadores, que nos permite llevar el pan a la mesa familiar, a la producción para la Argentina, que es la razón primera de nuestra existencia”. 

Ayerbe expresó que todo esto mencionado “siembra dudas sobre el ciento por ciento de nuestras actividades, enlodándolo todo con sus sospechas, que promete fundamentar a futuro, en una novela por entregas a la medida de la ofensiva periodística y política en nuestra contra, no a las necesarias pruebas de los delitos que temerariamente afirma”.

El dirigente acusó que “entonces, la dureza de lengua de quienes deberían defendernos, la falta de reflejos de quienes están circunstancialmente al frente, es un peligro extra, interno a los trabajadores, que se suma a la ofensiva liberal anti-ARS. De ahí la necesidad de salir a defender la fábrica desde todo espacio y a como dé lugar”.

Seguidamente, Ayerbe rememoró que “históricamente, la derecha atacó el Comedor en Fábrica del Astillero Río Santiago, lugar necesario para dar por lo menos un plato de comida caliente al día y donde su creación se impuso por la ergonometría industrial de una tarea que quema calorías como ninguna otra; hacer fuerza a la intemperie, durante por lo menos 8hs/día y en invierno, puede llevar el consumo de nuestros maniobristas, andamistas, piedreros, caldereros, montadores, oxigenistas, soldadores, entre otros, a casi 4.000 calorías/día”.

“Atacar el comedor es atacar la salud de trabajadores que hacen el mayor esfuerzo físico de todos, y, con ello, atacar deliberadamente el real desempeño de la fábrica. Por eso, que lo haga su propio presidente, es una aberración insoportable que debe ser contestada desde todo lugar”, explicó el dirigente naval, que argumentó que la “principal razón por la que la derecha ataca el comedor, es política más que industrial, en donde su odio visceral contra la clase trabajadora, a la cual somete y explota tanto como le es posible, no soporta verla feliz y en fraterno diálogo de clase”.

Ayerbe explayó que es allí, “en la intimidad de la mesa obrera, donde se comparte el vapor de la sopa y la comida caliente, la base social argentina debate y se organiza en defensa de sus derechos”, aclarando que “cuando es agredida impunemente, como en esta ocasión, en la que el propio presidente de la empresa la ataca, conspira en defensa propia contra su agresor”.

“El comedor en fábrica es el conventillo industrial bajo un rústico aspecto, sin demasiados modales o sin ninguno, que para el caso lo mismo da, la verdad se abre camino por áspera que sea. Y allí, en la mesa común, en el guiso compartido, en el pan de todos, nacen desde siempre las chispas de la resistencia, la inquebrantable voluntad de vencer a la injusticia”, comentó el dirigente Ayerbe.

“El comedor en fábrica del ARS es una necesidad industrial y un derecho de la clase obrera y durante las sudestadas y las inundaciones, la masa de trabajadores se negó a comer, para que ese alimento llegara a las familias evacuadas o necesitadas de la Región de La Plata, Berisso y Ensenada”, aseveró Ayerbe, quien se apoyó en el Concejo de Fábricas Astillero Río Santiago.