Fueron momentos de mucho hermetismo y de intercambios constantes de improntas entre diputados, que también analizaban cuanto incidirían sus apreciaciones en el seno de la población. Finalmente, este debate que desde hace meses está instalado en la sociedad argentina, obtuvo media sanción, con 129 votos afirmativos, otros 124 negativos y una abstención.
Un debate que durante un largo tiempo fue tema de discusión entre la propia sociedad argentina, los movimientos feministas y sociales que bregaban por su legalización, la voz también de legisladores que buscan representar a esas mujeres que no tienen acceso a esta práctica de forma segura y gratuita; como así de aquellos sectores que bregaron por las dos vidas y que observaban con buenos ojos hallar otros caminos para tener que evitar el aborto; acompañados por las posturas religiosas y científicas, que conforme a su doctrina, defienden la vida desde la concepción.
Sin embargo, es oportuno recordar que no fue un debate sencillo y fue sobre la recta final del mismo, que la cuestión dio un giro drástico, cuando los diputados, Melina Delú y Ariel Rauschenberger, ambos oriundos de La Pampa, anunciaron que votarían en contra.
Por su parte, la Legisladora Elisa Carrió se llamó a silencio, aunque aclaró igualmente que si bien su intención era ofrecer una explicación, “en condición de representante de una parte de la sociedad que me ha votado”, decidía no hacerlo para preservar la unidad del gobierno de Cambiemos.
Así las cosas, el proyecto pasará ahora a la Cámara de Senadores en busca de la otra media sanción para que pueda ser ley.
