“Necesitamos comenzar a revertir la contaminación y el uso irracional del agua”

Al respecto, Crespo señaló que “en los últimos días nos encontramos con una impresionante mortandad de peces en el río Santiago, una inusitada cantidad de desechos navegando por el arroyo El Gato e, incluso, con aguas de color violeta en sus cauces. De allí nos preguntamos ¿qué está ocurriendo con los recursos hídricos de la región?, ¿Qué agua estamos consumiendo los platenses?”.

El concejal explicó que el arroyo El Gato es la mayor cuenca del partido, por lo que más del 55% de la población local reside en su área. Sin embargo, es tristemente reconocido por recibir y acumular todo tipo de sustancias contaminantes, como afluentes industriales y residuos domiciliarios, así como desechos cloacales y acumulación de basura en sus márgenes.

De igual modo, los excedentes del riego con agroquímicos se encauzan hacia esas aguas. Todo ello se vuelve más grave aún si se considera que a pocos metros de la desembocadura del arroyo se obtiene agua para potabilizar. El proyecto que presentó el edil progresista busca proteger y preservar las fuentes de agua para consumo humano, promoviendo una verdadera “Cultura del agua”.

El mismo incluye una reglamentación para que las industrias y empresas presenten informes periódicos sobre el consumo de agua que realizan y las medidas que tomarán para reducir su uso y hacerlo más eficiente. Lo mismo se aplica a las plazas, parques y espacios públicos que deberán implementar sistemas de reutilización del agua, así como a los desarrollos urbanísticos e inmobiliarios que tendrán que incluir en sus diseños instalaciones sanitarias eficientes. 

La normativa se refiere también a la actividad de los centros deportivos, campos de golf, piscinas, hoteles, hospitales y espacios recreativos, que deberán tomar sus propias medidas para hacer el mejor uso posible del recurso hídrico. El proyecto propone que los establecimientos reciban la etiqueta “Utilización eficiente del agua” cuando cumplan año a año con estas metas y objetivos.

Para finalizar, Crespo concluyó  que el recurso hídrico “es un auténtico patrimonio natural asociado a profundos valores sociales y ambientales que hay que defender”. “Los gobiernos tienen que impulsar la preservación de las fuentes de agua para el uso común de todos, porque es un recurso indispensable para el desarrollo de la ciudad y de la vida”.