Por Juan Manuel Foutel
Febrero no fue un mes fácil para el gobierno, inflación, perdidas de puestos de trabajo, paritarias que no cierran, problemas de energía y por si fuera poco el calor.
Por otro lado, desde el mando macrista no ayudan demasiado, la crisis del correo, las sospechas de corrupción sobre algunos funcionarios y un presidente que parece cansado, forman un coctel explosivo. Por si fuera poco en España un puñado de diputados lo retaron como a un chico.
Esta situación de enojo también se muestra en diferentes sondeos de opinión, Ricardo Rouvier por ejemplo muestra una caída de 5% de diciembre a febrero en la imagen presidencial. En otra investigación esta vez realizada por el consultor Gustavo Córdoba la gestión presidencial cayó casi 9 puntos en la consideración social de octubre a estos días.
Si bien es cierto que las modificaciones al régimen de ganancias y monotributo alivio en algo muchos bolsillos, ese alivio duro poco, el aumento de tarifas y servicios, sumado a los ajustes de tasas e impuestos provinciales los salarios no alcanzan, y el 17 % de inflación anual que pronostico el Banco Central es una quimera.
En cuanto a lo político el panorama no es el mejor, el gobierno podría perder CABA a manos de Lousteau y en la provincia de Buenos Aires no encuentra candidatos, si a esto le sumamos que un sector del radicalismo, con olor a naftalina, realiza una cumbre en Villa Giardino para marcar la cancha, nos encontramos con un cuadro de situación por lo menos complejo.
Atentos a esta situación están Monzó y Frigerio que intentan cerrar acuerdos politicos y darle aire a la gestión, mientras que un Marcos Peña cada vez más nervioso y aislado confía en que Duran Barba haga magia.
La realidad no ayuda al presidente, ni a cambiemos, el PJ se acerco a la CGT y Máximo Kirchner al PJ Bonaerense y la única dirigente que mantiene buenos números en la consideración social es la Gobernadora Vidal, que en estos días vive una crisis con los docentes y que no puede ser candidata en 2017, aunque pareciera ser la bala de plata de cambiemos, el problema es que es una bala no un arsenal.
