Marchas y contramarchas

La ultima semana en lo que a política y gestión publica se refiere fue tan mala para el gobierno como para la oposición, es que la confusión general de la gestión de Cambiemos atrapó a propios y extraños y a poco más de 100 días para el cierre de listas de las legislativas 2017 no hay grandes definiciones ni ejes de campaña.

Cambiemos con Duran Barba a la cabeza pensó en plebiscitar este año corrupción vs transparencia, el problema es que existen en la sociedad tantas sospechas sobre el actual administración, Correo Argentino el ultimo caso, que se vieron obligados a buscar otros esquemas.

Ni hablar de la falta del sentido de la oportunidad de algunos funcionarios, desde Aguad que considera que Franco Macri es “un deudor sin recursos económicos”, hasta Quintana con su desafortunada “tanto lío por 20 pesos” sobre las jubilaciones, sin olvidarnos de las escuchas de Angelici, hombre íntimamente relacionado con el Presidente. Todo esto casi detona Cambiemos cuando Lilita Carrio, micrófono en mano, se despacho en el parlamento nacional.

Lo cierto es que el gobierno tiene problemas severos de gestión, pero lo peor es que se trasladan a las provincias y a los municipios, y que difícilmente la figura de Vidal alcance para garantizar la elección en la provincia de Buenos Aires.

Ahora bien desde el FPV PJ tampoco existe demasiada claridad, por momentos pareciera que hay tantas líneas internas como dirigentes y las dos principales figuras, Cristina Fernández de Kirchner y Florencio Randazzo, no hablan ni dan señales, aunque este último viajo a Roma en busca de un bautismo papal.

Esta falta de definiciones genera que los intérpretes dejen volar su imaginación y en muchos casos apliquen la política de la expresión de deseo, que no es ni más ni menos que planificar todo de una manera tal en donde todas las variantes se acomodan para que finalmente sean los grandes triunfadores, ahora bien al final del día las elecciones se ganan con votos y no con azar.

Una manifestación plausible de las expresiones de deseo fue la fallida cumbre de Santa Teresita, donde unos, la Campora y los intendentes más K, esperaban una movilización y empoderamiento de CFK mientras que otros, sectores afines a Julián Domínguez y Florencio Randazzo, pretendían un pronunciamiento en su favor y encolumnar el PJ. Esto es imposible máxime pensando que no existe unidad ni en el Congreso de la Nación, ni en la legislaturas, porque debería existir la unidad en una cumbre?. Imposible por ahora.   

Finalmente desde el Frente Renovador tampoco se dieron grandes definiciones, más allá de la verdad de perogrullo de su líder Sergio Massa, que descubrió que a la gente no le alcanza la plata. Sin embargo dejo muchas dudas en la sesión donde se voto la ley de ART, ya que si bien no la apoyó permitió su tratamiento dando quórum en una situación que lo deja en un no lugar.