Macri en su laberinto

Hace 30 años el entonces Diputado Nacional mendocino Raúl Baglini desarrollaba su famoso teorema que indica que cuando un político esta lejos del poder realiza promesas que difícilmente se puedan cumplir.

Menem en 1989 llegó al poder a caballo del salariazo y la revolución productiva, años después diría que si decía en la campaña lo que iba a hacer no lo votaba nadie. Macri en 2015 dijo que ningún salario iba a pagar impuesto a las ganancias, pero Macri no es Menem y al momento de ganar entro en su laberinto.

Guste o no Carlos Menem era un conductor político, rodeado por un gabinete monolítico con integrantes que en muchos casos eran de lujo, Macri en cambio pelea con sus propias internas, con los economistas que se celan entre si, con un Duran Barba que sigue apostando a la no política y por si fuera poco con Carrio y Monzó  que quieren llenar de política la gestión pero desde lugares diferentes. Si con esto no alcanzara la UCR esta mirando desde afuera sin saber bien que hacer igual que el joven super Ministro Marcos Peña.

Esta situación estalló la ultima semana con el tratamiento de la ley del impuesto a las ganancias, según indican fuentes cercanas a Sergio Massa esperaron hasta último momento para acordar con el oficialismo, pero al ver que los legisladores de Cambiemos no daban buenas señales acordaron con el resto del arco opositor.

Finalmente el dictamen conjunto de los bloques opositores se puso en consideración y logró su aprobación con su posterior giro al Senado en donde Macri presiona a los gobernadores para frenarlo, de no ser así el Presidente se verá ante la incertidumbre de vetar o no la nueva Ley.

Ahora bien, si Macri aplica el veto corre el riesgo de un gran descontento social, si no lo aplica y se convierte en Ley muchos sectores de poder que ayudaron y mucho al Presidente a llegar al sillón de Rivadavia mostraran los dientes.

El Presidente esta agobiado, en un laberinto donde no encuentra una salida, donde la expresión de deseo es que los gobernadores presionen al Senado para que él no de malas noticias y le solucionen el problema. Sin embargo el problema es otro, es que esta cansado, agotado y muchas veces frustrado. El problema es que se le animán todos, lo bueno es que por ahora no hay un referente claro de la oposición… por ahora solamente por ahora.