La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, presidida por Horacio González, sancionó hoy por voto unánime la ley que crea el Cuerpo de Investigadores Judiciales. Marcelo Feliú, del Frente para la Victoria-Partido Justicialista, explicó que la nueva fuerza dependerá orgánica y administrativamente de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, y calificó a la norma como “trascendente”. Los demás bloques políticos expresaron su apoyo en general, aunque algunas bancadas manifestaron su oposición en particular a una serie de artículos de la ley, que fue sancionada sin cambios. A lo largo del debate argumentaron sus puntos de vista Marcelo Sain, de Nuevo Encuentro; Ramiro Gutiérrez, de Proyecto Bonaerense; Ricardo Jano, de Radicales del Pueblo; Marcelo Díaz, del Frente Amplio Progresista; Walter Martello, de la Coalición Cívica; Guillermo Britos, de Unión Celeste y Blanco; y Liliana Denot, de la Unión Cívica Radical. Asimismo, fue aprobada una iniciativa de ley que resume dos proyectos sobre el derecho a morir con dignidad. El primero, presentado por Marcelo Feliú, para regular la protección de la dignidad de los enfermos en situación terminal o de agonía. El segundo fue impulsado por Marcelo Díaz, del FAP, adhiriendo a la ley nacional 26.529, que trata sobre los derechos de los pacientes y los profesionales e instituciones de la salud en relación a enfermos terminales, más conocida como “muerte digna”. En sus exposiciones, ambos legisladores coincidieron en que las propuestas buscan consagrar un “derecho personalísimo” y respetar la autonomía de la voluntad del paciente o de sus familiares, en casos en que se demuestra científicamente la inutilidad de prolongar la vida, sea por dolor o sufrimiento. Los discursos de los diputados fueron seguidos desde los palcos por Selva Herbón y Susana Bustamante, madres de Camila y Melina respectivamente, quienes impulsaron una campaña para la sanción de la ley nacional de “muerte digna”, ante los casos irreversibles y de sufrimiento de sus hijas. “Una vez más, se trata de ampliar derechos, no sólo aún, si no especialmente en las circunstancias más extremas y complicadas de una existencia. Que cuando la ciencia tiene motivos y fundamentos para predecir que el final de una vida está cerca y es inexorable, quepa la posibilidad de que alguien pueda decidir ahorrarse padecimientos estériles y no renunciar a su dignidad”, explicó Feliú. En otro orden, la Cámara de Diputados también votó y mandó al Senado la adhesión a la ley nacional que regula la actividad de los desarmaderos de autos y la venta de autopartes, para evitar la comercialización ilegal de piezas provenientes del delito.