La Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a través de su secretario Guido Carlotto, expresó su más enérgico repudio al golpe institucional que sufrió el presidente de la República de Paraguay Fernando Lugo.
“El único camino institucional que concebimos, es el rechazo fulminante a la parodia que el senado paraguayo montó para derrocar a un gobierno elegido democráticamente”, afirmó Carlotto.
“El juicio político en que se basó la destitución del presidente paraguayo viola el espíritu de toda práctica constitucional. Como afirmó el canciller Timerman, se trató de una , pues Lugo dispuso de un tiempo irrisorio para defenderse”, añadió Carlotto.
“Lo sucedido en Paraguay recupera, lamentablemente, el antecedente de la destitución de Manuel Zelaya en Honduras en 2008: una ruptura del orden democrático que erosiona esta inédita etapa de estabilidad institucional en la región”, expresó el titular del organismo provincial de DD.HH.
“A pesar de la aparición fulminante de esta ruptura, entendemos que se trata de una expresión de minorías con nostalgia de tiempos oscuros: tenemos la certeza que el pueblo paraguayo no acompaña ni le dará base de sustentación al golpe”, explicó Carlotto y agregó que “la región ha expresado una cohesión política e institucional inquebrantable: como afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se trata de un inaceptable ataque a las instituciones y el golpe no va a ser convalidado”.
“Lo más importante –continuó Carlotto- es que el apoyo a Lugo y el repudio político e institucional al golpe están expresados en acciones concretas: Paraguay no participará de la reunión del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Presidentes del Mercosur que se realizará esta semana en Mendoza; la Argentina y Venezuela retiraron a sus embajadores y Brasil, Uruguay y Chile llamaron a los suyos en consulta”.
“Aquellas, son decisiones que expresan la firme voluntad política de no ceder ante ataques que pretenden clausurar, antidemocráticamente, los avances hacia la integración suramericana”, añadió.
Finalmente, Carlotto afirmó que “ese horizonte de cohesión, es la certeza que guía a nuestros países en la búsqueda de la Patria Grande: vamos a defender ese objetivo de unidad que al mismo tiempo es un derechos, agotando todas las instancias institucionales, porque allí reside el resguardo democrático para los pueblos de Latinoamérica”.
