Nuestra ciudad esta llamada desde su nacimiento a trascender a un mero marco urbanístico y poblacional para ser punta en pensar y ejecutar niveles de vida satisfactorios para el conjunto de sus habitantes. Pensada y concebida antes de ser habitada, soñada desde una idea iluminista, moderna, con futuro. En este nuevo aniversario los que día a día estamos trabajando para mejorarla proponemos reflexionar sobre lo que viene; proponemos pensarla nuevamente en grande para volver a colocar a nuestra ciudad entre las principales de América Latina. Muchos de nosotros crecimos durante la década del 90 conviviendo con una ciudad, que aun respetando su curso histórico mostraba una chatura que la hacia difícil de transitar, ejemplo de esto eran la falta de políticas claras de “hacia donde ir”. Es así que entramos en el siglo 21 con ausencia de rumbo claro, viendo como ciudades tales como Rosario o Bahía Blanca buscaban caminos que las depositaran en el concierto de las urbes con una planificación integral exitosa. Sin embargo luego de la sequia siempre viene el chaparrón y hoy estamos viviendo un momento de inflexión en La Plata, un momento de quiebre que nos abre las puertas a concretar nuevamente la utopía fundacional; pero para concretarla hay que trabajar en claros sentidos con ejes como el turismo, la cultural, la juventud, un lugar con circuitos para convenciones, que se destaque por la revalorización del espacio público que conformen la marca ciudad, asociada a los valores de la sustentabilidad económica y el respeto por el medio ambiente y la inclusión social. Hay condiciones objetivas que nos ayudan. Una de ellas es la saturación de la Ciudad de Buenos Aires y de la zona norte y a la vez la nuestra cercanía con la capital del país. La concreción de obras como el Estadio y las que vienen, como el Aeropuerto, la Autopista J.D. Perón y la Ruta 6 y el desarrollo de nuevos parques industriales, nos darán posibilidad de generar empleo directo e indirecto y de contar con un perfil productivo. El desarrollo y la terminación de espacios para la producción de eventos públicos (estadio ciudad de La Plata, Centro de convenciones, Hoteles céntricos, etc) hacen que La Plata pueda ser de manera rápida, receptora de turismo y de reunión, para lo cual también debemos construir una conciencia de lo que significa ser una “ciudad receptora”. En este marco es vital que dicha perspectiva este acompañada de francos criterios de desarrollo porque no queremos calles llenas de “shoppings”, queremos conservación histórica, integración social, espacios culturales y juveniles con fuerte revalorización del espacio público para todos. No estamos llamados a ser una villa turística sino una ciudad socialmente integrada con una fuerte presencia de lo que es el espacio público, que alimente y promocione expresiones culturales y sociales generosas y amplias apuntadas a producir una cultura social de inclusión. Ciudad joven y cultural, con faro científico puesto al servicio de lo productivo, más el desarrollo turístico y de eventos. Este es el trabajo del presente para disfrutar el futuro.
