Aproximadamente 140.000 personas viven con VIH/SIDA sólo en Argentina, pero su nivel de vida y expectativas a futuro son muy diferentes que hace unas pocas décadas. Aunque el panorama de las investigaciones
En un contexto donde se amenaza constantemente con una reducción presupuestaria a la dirección de Respuesta al VIH, Hepatitis virales, ETS y tuberculosis; y en donde la Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación frente a estas medidas que ponen en riesgo el acceso al tratamiento de aproximadamente 140.000 personas que viven con VIH/SIDA sólo en Argentina. Resulta imprescindible promulgar la información recopilada durante más de 17 años por el trabajo de un equipo transdisciplinario en el Hospital Zonal General de Agudos “Mi Pueblo” y descrita en el libro de cátedra de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP “Personas que viven con VIH/SIDA: Nuestra experiencia hospitalaria en la atención integral del paciente”, escrito por la Dra. Judith Celina Bernstein y María de la Victoria Rosales, donde se documentan distintas acciones en red con el primer nivel de atención, en la promoción y prevención de las ETS; explora además las complejas dimensiones biológicas, psicosociales, psicológicas y bioéticas y los desafíos que enfrentan las personas viviendo con el Virus del VIH/SIDA (PVVS)
¿VIH o SIDA? Bases científicas
El VIH es el virus de la inmunodeficiencia humana, específicamente un retrovirus que causa la infección y debilita las defensas del cuerpo. A diferencia de otros virus, almacena su información genética en ARN y no en ADN. Este ARN funciona como un “manual de instrucciones” que el virus lleva consigo. Cuando infecta una célula, usa este manual y una enzima especial para transformar su ARN en ADN, insertándose en nuestras células, y convirtiéndose en parte del material genético. De esta manera obliga a la célula a fabricar más virus. Estos mecanismos explican la complejidad de la cura, hasta el momento los fármacos usados en los tratamientos inhiben la replicación, controlando la infección y restaurando funciones inmunológicas para prevenir la progresión a SIDA, pero no eliminan el material genético que ya se ha integrado en nuestras células. Es por esto que el tratamiento debe mantenerse de por vida.
Por otra parte, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) no es lo mismo que el VIH. Sino que ocurre cuando la infección por VIH ha dañado gravemente el sistema inmunitario, si la infección por VIH no se controla adecuadamente, es decir, es un estadio más avanzado de la infección, y este proceso puede tomar años.
Perspectiva infectológica y avances biomédicos
Los avances en las investigaciones realizadas en las últimas décadas han demostrado que el tratamiento antirretroviral, que consiste en la combinación de algunos fármacos de alta eficacia, logran frenar por completo la replicación viral hasta niveles indetectables en la sangre en el 95% de los casos con adherencia adecuada. Estos acontecimientos no solo evitan la progresión al SIDA, además desmonta todo un panorama construido alrededor de una persona con VIH y se presenta el principio I=I: Indetectable=Intransmisible; es decir que una persona con carga viral indetectable, mantiene su sistema inmunológico funcional, no transmite el virus por vía sexual y trascendentalmente su esperanza de vida se vuelve similar a la población general.
¿Qué implica vivir con VIH/SIDA? El peso del estigma
Vivir con VIH/SIDA no puede tener una perspectiva únicamente biologicista (virus, replicación, mecanismos inmunológicos o tratamiento antirretrovirales) para explicar la enfermedad, pues desestima las diversas dimensiones psicológicas, sociales y culturales que son clave en las vivencias de quienes lo padecen. Prueba de esto son las primeras reacciones frente a un diagnóstico positivo que varían entre una serie de emociones intensas que van desde el miedo (a la discriminacion, al desempleo e incluso temor a la muerte), la culpa, el dolor. Estas respuestas no son simplemente individuales, sino que van profundamente enraizadas al potente impacto del estigma social.
Algunas de las experiencias que se encuentran documentadas en el libro revelan cómo la sociedad transforma a los enfermos en culpables de su enfermedad y perpetúa la metáfora del VIH como castigo. Al estar etiquetada como una enfermedad de “los otros” -los homosexuales, drogadictos y prostitutas- el diagnóstico moldea la experiencia de las personas que conviven con el virus.
El estigma y la adherencia al tratamiento
El lenguaje como herramienta crucial
Pese a más de cuatro décadas de investigaciones que nos han ayudado a desmontar mitos alrededor del VIH/SIDA, el estigma social persiste. Por ello es supremamente importante el uso adecuado de estas terminologías y la promoción de la utilización respetuosa del lenguaje. Términos tales como ‘persona que vive con VIH/SIDA’ o ‘persona que vive con VIH’ se sugieren como apropiados y en el caso específico de la etapa avanzada, ‘persona con SIDA. De esta manera desechamos etiquetas identitarias discriminatorias y generamos un cambio en la significación atribuida al VIH remitida a la segregación, culpa y muerte.
Como lo indican las autoras, dado que estas personas dependen casi exclusivamente del sector de salud estatal para poder realizar su tratamiento es necesaria la urgente e inmediata inversión en planes de salud destinados a este nivel y no su desfinanciación.
Dra. Judith Celina Bernstein profesora asociada de la catedra de microbiologia y Parasitologia de la facultad de ciencias medicas de la UNLP y que actualmente es Jefa de la Unidad de Infectología del Hospital Zonal General de Agudos “Mi Pueblo”, de Florencio Varela.
María de la Victoria Rosales Jefa de Servicio de Salud Mental- HZGA Mi Pueblo
Nota producida por Dana Tello en el Taller de Escritura de Noticias Científicas dictado por la Agencia de Noticia #UNLPInvestiga durante la Semana #ExactasEscribe 2025