Se trata de la incorporación de tecnología LED en las ópticas que conforman los colores rojos, amarillos y verdes de los semáforos. Durante el presente año se trabaja en el reemplazo del 100% de las tradicionales lámparas halógenas o de filamento.
Entre los beneficios que ofrece la tecnología incorporada se destacan una mejor visualización de la señal vial aún en circunstancias climáticas adversas, un importante ahorro en el consumo energético, menor mantenimiento y mayor durabilidad.