La legisladora bonaerense, oriunda del distrito de Laprida, agregó en este contexto que "la lamentable falta de vacunas obliga a necesarias restricciones en los lugares de mayor circulación de personas y en dónde el virus avanza en forma más vertiginosa”.
“Es una medida sanitaria atendible dado el momento de la pandemia, pero a la vez deja en claro que el plan de vacunación es un rotundo fracaso por el reducido stock de inoculantes, la lentitud con que se aplican, las vacunas vip ilegalmente aplicadas, la elección incomprensible de los sitios para vacunar dejando de lado los vacunatorios oficiales, adecuados y ya constituidos, y la falta de compromiso del Gobierno en conseguir oportunamente todas las dosis que el país necesitaba y sigue necesitando", continuó.
"En Juntos por el Cambio estábamos de acuerdo que las restricciones horarias, y otras, se lleven adelante en un lapso concreto y garantizando el trabajo y la educación, y sobre todo, respetando a rajatablas las libertades individuales de los ciudadanos, cosa que no ocurriera en el anterior encierro, dónde se vivieron hechos lamentables que todos recordamos”, prosiguió.
Y finalizó: “Ahora, toque de queda, militares en la calle y sin clases presenciales es otra mala praxis de este Gobierno. Es inadmisible que se le quiera meter miedo a la gente y de esta manera, limitando las garantías constitucionales en cuanto a las libertades individuales con militares en las calles. Nadie quiere restricciones militarizadas, son muy peligrosas y recuerdan etapas muy penosas de la historia argentina".