Murió Alejandro Sabella. El recordado técnico subcampeón del mundo con la Selección Argentina en Brasil 2014 falleció este martes a los 66 años en el Instituto Cardiovascular de Belgrano, donde estaba internado desde el jueves 26 de noviembre por diversos inconvenientes cardíacos, renales y respiratorios.
El estado de la leyenda de Estudiantes de La Plata, club en el que jugó y al que guió para ganar la Copa Libertadores en 2009, se había deteriorado en los últimos tiempos, principalmente luego de su alejamiento del combinado nacional una vez finalizada aquella histórica participación.
Será recordado como uno de los grandes entrenadores de la historia del fútbol argentino, al que dejó bien plantado en dos de los grandes partidos de la historia reciente: tuvo contra las cuerdas al Barcelona de Pep Guardiola en el Mundial de Clubes de Abu Dhabi 2009 (perdió 2-1) y quedó a un paso de la gloria en el Maracaná, donde Alemania lo venció en el alargue (1-0).
LA CARRERA DE SABELLA COMO FUTBOLISTA
El talentoso número diez porteño, nacido el 5 de noviembre de 1954, debutó profesionalmente en 1974 con la camiseta de River, el club en el que se formó. Ganó tres títulos antes de su partida al fútbol de Inglaterra, primero para jugar en Sheffield United y luego en Leeds United entre 1978 y 1981.
Regresó a la Argentina y estuvo tres años en Estudiantes (1982-84), en los que conquistó un Metropolitano y un Nacional. Luego pasó por Gremio (dos Torneos Gaúchos entre 1985 y 1986), volvió al Pincharrata (1986-87), tuvo una breve etapa en Ferro (1987-88) y se retiró en Irapuato, del fútbol mexicano, en 1989.
LA TRAYECTORIA DE SABELLA COMO TÉCNICO, BREVE PERO EXITOSA
Pachorra se formó como asistente de Daniel Passarella, al que acompañó en River (1989-94 y 2006-07), las selecciones de Argentina (1994-98) y Uruguay (2000-01), Parma (2001), Rayados de Monterrey (2002-03) y Corinthians (2005).
Recién en 2009 se desprendió del cuerpo técnico del Kaiser, devenido en presidente del Millonario, y tomó las riendas de Estudiantes, al que en apenas un semestre llevó a levantar la cuarta Copa Libertadores de su historia, además del Apertura 2010.
Después del fracaso de la Selección en la Copa América 2011 y el adiós de Sergio Batista, Julio Humberto Grondona le confió la responsabilidad de dirigir a la Albiceleste, a la que clasificó sin sobresaltos a la Copa del Mundo de Brasil 2014.
Allí, a pesar de algunas decisiones tácticas discutidas, logró encontrar un buen funcionamiento y el equipo, con Lionel Messi a la cabeza, le respondió en momentos clave. Así fue como llegó hasta la final en el Maracaná, donde Alemania pinchó el sueño con el 1-0 en el alargue. Desde ese 13 de julio no dirigió más