La Plata, cultura y misterio en una ciudad que impacta y apasiona

Por Diego Rovella (Diputado UCR, JxC)


Hablar de La Plata es hablar de cultura y de misterio, pero también de una belleza que impacta por su arquitectura, sus plazas, sus parques, sus diagonales, su gente.

Su gran modernidad en tiempos dónde todo era bastante monótono, generaron un contraste que aún hoy se percibe como el alma de la ciudad, una ciudad distinta, que surgió como un reto político de las entrañas de muchos visionarios impulsados por un corazón masónico, y de allí su halo de misterio y el nacimiento de sus fuertes pasiones, pasiones que se mantuvieron a lo largo de sus 138 años de existencia.

Aquel premio a la Modernidad que Julio Verne le entregara a Dardo Rocha en la Feria Internacional de París, la marcó para siempre. Su urbanismo, fruto de un increíble aún hoy "plan armónico", la catapultó en el mundo que la llenó de elogios y de una admiración inocultable.

Pasó casi un siglo y medio ya, y hoy La Plata tiene su propia historia, su propia fisonomía, sus propias pasiones, pero sobre todo, sigue siendo un faro de cultura indestructible reconocida a lo largo y a lo ancho del país, y también en muchos lugares del mundo.

Hablarle a los platenses de La Plata es casi una falta de respeto. Todos conocemos todo, todos tenemos los mismos sentimientos de pertenencia, todos la queremos como nuestro lugar en el mundo. Solamente quiero recordar en este día tan especial a tantos inmigrantes que la hicieron grande, que le dieron vida, que le dieron sus hijos, sus nietos y sus bisnietos para hacerla aún más grande.

Y ahora aquí estamos todos, los descendientes de aquellos visionarios que vinieron a construirla y a trabajar para esa grandeza, y otros que la adoptaron para siempre. Somos todos La Plata. Hoy es el cumpleaños de todos, porque La Plata es nuestra.