"La Noche de los Lápices"

Señor Presidente La semana pasada, más precisamente el jueves 16, se cumplieron 34 años de “La Noche de los Lápices”. En esta ciudad, donde hoy estamos sesionando, durante la noche del 16 de septiembre de 1976, plena dictadura militar y comienzo del genocidio más grande que nuestra Patria conoció, en un operativo realizado en conjunto por un comando de operaciones del Batallón 601 del Ejército Argentino y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, al mando de Ramón Camps, secuestraron a Claudia Falcone, “Panchito” López Montaner, Horacio Ungaro, Daniel Racero, Maria Claudia Ciocchini y Claudio de Acha, todos estos jóvenes hoy están desaparecidos. En realidad, el primer secuestro de “La noche de los Lápices” ocurre el 8 de septiembre con la privación ilegal de la libertad de Gustavo Calotti, continuó con las desapariciones del 16, el 17 de septiembre se llevaron a Emilce Moler y a Patricia Miranda y el 21 de septiembre a Pablo Díaz. Estos últimos son sobrevivientes. Los jóvenes que aquí nombré eran estudiantes secundarios, militantes populares y la mayoría pertenecía a la UES La Plata –Unión de Estudiantes Secundarios, de tendencia Peronista. Tenían un objetivo en común, defender los derechos de los estudiantes secundarios. La lucha de estos militantes era lograr un mejoramiento integral del sistema educativo, resistir al empobrecimiento cultural que la Dictadura los conducía, luchaban por una Sociedad más justa, mas igualitaria, pedían trabajo para los obreros desocupados, también están reclamando la aplicación del boleto estudiantil, pero fundamentalmente la lucha de estos jóvenes tenía que ver con las convicciones personales de cada uno de ellos, que querían ver una Patria para todos y en democracia. El horror desplegado sistemáticamente por los genocidas no los eludió, fueron secuestrados, torturados y asesinados. Los sobrevivientes dan cuenta de las terribles vejaciones a la que eran sometidos diariamente, que aquí no voy a describir porque creo que no podría continuar con estas palabras. Señor Presidente, a los lápices, como el resto de los 30.000 compatriotas desaparecidos, el pueblo argentino les debe honrar su memoria, su lucha y siempre cuando entro a este recinto pienso… cuantos de ellos estarían hoy aquí, cuantos de ellos andarían por el barro de las villas de la provincia ayudando a los más necesitados, cuantos de ellos estarían en la lucha obrera… la realidad es que nos faltan y esa generación tenía y tiene las convicciones más profundas para cambiar los destinos de nuestra Patria. Señor Presidente, la semana pasada veía a más de 20.000 jóvenes movilizados a lo largo y a lo ancho de nuestra Nación para recordar que en el conciente colectivo están todos los pibes de “La noche de los Lápices” que se los recuerda siempre y que siempre serán nuestros pibes, estudiantes secundarios, que pelearon por una mejor sociedad. Han pasado ya 34 años y todavía seguimos juzgando a los responsable que deberían estar hace un largo tiempo en una cárcel común. Señor Presidente, finalizo diciendo lo que ya es de todo el Pueblo, “LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO EL PASADO Y EL PRESENTE DE LOS JOVENES REVOLUCIONARIOS”.